Panmela Castro es una artista brasileña, que usa la pintura spray para promover los derechos de la mujer.
En las calles de Rio de Janeiro se pueden ver sus murales en honor de Maria de Penha, una mujer que fue brutalmente atacada por su esposo y tras una ley contra la violencia doméstica establecida en el 2006. En Brasil, cada 15 minutos una mujer es golpeada, pero raramente los casos son perseguidos por la justicia.
"Quiero ayudar a las mujeres que tienen demasiado miedo para buscar ayuda", dice Castro, quien entreteje números de asistencia entre sus diseños. "No podría dormir si no lo hiciera". Utiliza el arte urbano para promover los derechos de las mujeres. Castro y los miembros de su equipo ofrecen talleres de graffiti en las favelas de Rio de Janeiro y en barrios de escasos recursos, para generar conciencia en las mujeres sobre el rol que ocupan en la sociedad.Educa a las mujeres de las favelas de Río de Janeiro sobre los derechos de las víctimas de violencia familiar y hoy es la cabeza de la organización Artefeito, donde inspira a otras artistas.
Por ser un arte callejero, el graffiti puede llegar a todo el mundo y
tiene el poder de provocar un cambio social positivo. Por medio de
él, llegamos hasta las comunidades para discutir con otras mujeres
diversas cuestiones de género, violencia y más.
El graffiti de Castro siempre muestra Evas, brujas y otras figuras
míticas femeninas, dibujadas con colores cálidos. Muchas veces,
palabras o frases fuertes cubren partes de su trabajo, que a menudo
expresa alguna forma de dolor. Más recientemente, incluyó
libélulas en sus trabajos.
Además de los talleres, Castro suele ser invitada a pintar muros en
ciudades como Nueva York, París, Estambul, Berlín, Washington,
Toronto, Praga y Johannesburgo.
Castro fue reconocida con un Premio a Los Derechos Humanos por la organización Voces Vitales.
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