Desde la posición de víctima en que Tú estás tratando de sobrevivir al maltrato , a veces es difícil detectar el padecimiento de violencia psicológica, porque en esta situación por lo general desarrollamos mecanismos psicológicos,(digamos que nuestra mente se defiende), que ocultan la realidad cuando resulta excesivamente desagradable.
Los mecanismos de defensa de tu mente, tienen la finalidad de preservarte de la angustia, y el hecho de aceptar que eres víctima de reiterados maltratos psicológicos de parte de tu pareja a quien seguramente estimas, supone una enorme carga de angustia que no es fácil digerir. Entonces nuestra mente nos defiende de la angustia negando la situación en que nos encontramos y así aprendemos a negar y a intelectualizar la violencia de la que somos víctimas. Buscamos justificación para la actitud del agresor, y buscamos casos similares en nuestro entorno para comparar el nuestro y llegar a la conclusión de que no es una situación anormal , sino común y corriente y pensar que hay situaciones muchísimo peores que la nuestra.
Otras veces recurrimos a culparnos de lo que sucede y buscamos en nuestras actitudes pasadas y presentes el motivo del maltrato, situación que es muy perjudicial mentalmente. Y así analizamos una a una nuestras palabras, nuestros gestos y nuestras acciones, para localizar la causa de la violencia que creemos que hemos provocado.
Algunos indicios de que eres una víctima de la violencia emocional o psicológica son:
- Das vueltas a situaciones incomprensibles que te producen padecimiento o malestar, intentando averiguar el porqué.
- Sufres en silencio una situación dolorosa y esperas que las cosas se solucionen por sí solas, que tu verdugo o deponga espontáneamente su actitud, o que alguien te ayude porque “se dé cuenta de tu situación”.
- Si te sorprendes a ti misma haciendo algo que no quieres hacer o que va contra tus principios o que te repugna, eres víctima de manipulación mental.
- Si te encuentras haciendo algo que no quieres y te sientes incapaz de negarte a hacerlo, intelectualizando y justificando de mil maneras tu sometimiento.
- Si haces cosas que no quieres y no puedes evitar hacerlas porque entrarías en pánico, porque te aterra negarte o porque algo te conduce a hacerlo.
- Si crees que la situación dolorosa que sufres no tiene solución o que te lo mereces, porque te lo has buscado, porque las cosas son así y no se pueden cambiar, porque no puedes hacer nada, porque es irremediable.
- Si te sientes mal frente al otro , si te produce malestar, inseguridad, miedo, emociones intensas injustificadas, un apego o un afecto enfermizo que no tiene justificación, una ternura que se contradice con la realidad de lo que es esa persona, si te sientes poca cosa, inútil e indefensa delante del otro.
Tú has dado los primeros pasos al tomar conciencia de tu situación y al identificar la agresión de que eres objeto por lo tanto debes actuar. Sal de esta situación, infórmate, pide ayuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario