martes, octubre 18, 2011

Menores

      La violencia de género afecta directamente las pautas de crianza de los niños y niñas, porque su propio sufrimiento les dificulta a los miembros de la pareja su disponibilidad emocional para los niños/as y el acuerdo necesario en las normas de crianza. Los desacuerdos y hostilidades entre la pareja afectan directamente los acuerdos para la crianza de los hijos e hijas, lo que tiene como consecuencia desacuerdos sobre normas en casa y medidas de disciplina autoritaria. Estos desacuerdos se acentúan con la distancia emocional entre los miembros de la pareja, la hostilidad y la descalificación del otro además de la triangulación en la que se encuentra el niño o niña.

     De acuerdo con la teoría del apego, el sentimiento de seguridad de un niño depende de la seguridad de su vínculo con sus figuras de apego tempranas, la calidad de estas relaciones sirve como modelo de relación en su vida adulta. Las circunstancias violentas dentro de la vida en el hogar, impiden el desarrollo de un sentimiento de confianza o seguridad.

     Las pautas de crianza de las madres maltratadas pueden ser muy cambiantes según la ausencia o presencia de la pareja maltratadora. Si la pareja está presente la madre se puede mostrar más dura y autoritaria, mientras que en ausencia de la pareja, la madre intentará compensar estas conductas con muestras excesivas de amor y permisividad. Cuando los estilos de crianza son contradictorios la sintomatología de los niños o niñas es más aguda.


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