Entre las diferentes manifestaciones de la Violencia de Género, una de las más importantes es la originada dentro de un sistema familiar. En la mayoría de estos casos se encuentran menores, lo que afecta a su desarrollo evolutivo, a corto, medio y largo plazo. La violencia ejercida contra la mujer se extiende inevitablemente a los hijos/as y origina secuelas físicas, emocionales y psicológicas importantes.
Los niños y niñas no son víctimas sólo porque sean testigos de la violencia entre sus progenitores, sino porque “viven en la violencia”. Son víctimas de la violencia psicológica, a veces también física, y crecen creyendo que la violencia es una pauta de relación normal entre personas adultas.
Se hace indispensable hacer visibles a los hijos e hijas de las mujeres víctimas de la violencia de género como víctimas directas de la misma violencia, SENSIBILIZAR y dotar a los/as profesionales de un conocimiento específico sobre las consecuencias emocionales, conductuales, físicas o cognitivas que tiene la violencia de género en la infancia y cómo afecta a su desarrollo evolutivo y sus necesidades y FORMAR - APOYAR LA INTERVENCIÓN a través de la facilitación de técnicas, herramientas y pautas básicas a los/as profesionales.
Se reconoce la Violencia de Género como la vulneración más extendida de los derechos humanos contra la mujer y constituye un fenómeno que traspasa límites geográficos, religiosos, culturales y económicos, estando presente en todos los ámbitos en los cuales la mujer se desenvuelve. En la medida, que se ha identificado la violencia contra las mujeres en el hogar (domestic violence), como la manifestación más frecuente de la violencia de género en Europa1, ha surgido un creciente interés en las posibles consecuencias que tal situación puede generar en los hijos y hijas de estas mujeres, que ha puesto de manifiesto la necesidad de proteger y atender de manera específica a los hijos e hijas de las mujeres víctimas de violencia de género.
Cuando se habla del desarrollo evolutivo de los niños/as, se señala la necesidad de un ambiente seguro que garantice la protección de los menores. En este sentido, se ha profundizado en los posibles efectos derivados de un ambiente de violencia familiar. Con el presente material, se pretende ir más allá de la violencia familiar, matizando que dicha violencia, se ejerce desde la perspectiva de la violencia de género, lo que conlleva una visión más delimitada. Los niños y niñas no sólo viven en una ambiente de violencia, sino que una de sus principales figuras de protección, la madre, sufre una situación de continuas agresiones ejercidas generalmente por su padre.
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