1. Decide qué
quieres cambiar, y acepta que puedes hacerlo. El cambio comienza en el momento
que tú decides. Los cambios pueden no llegar tan rápido como quieres, pero con paciencia y persistencia, llegarán.
2. Escribe un
diario. Escribe cada vez que alguien te felicita o halaga por algo que hayas
hecho y que te hace sentir orgulloso. Cuando te sientas triste o inútil, lee tu
diario y te ayudará a recordar que hay muchas cosas que puedes hacer bien.
3. Decide qué
partes de tu personalidad son positivas y cuáles necesitan mejorar. Trabaja
para mejorarlas, pero no olvides ejercitar las que ya están desarrolladas.
4. Haz un
balance de tu vida y nota tus logros. Escribe todo lo que recuerdas, los logros
grandes y los pequeños. Verás que hay más de los que pensabas.
5. Presta
atención a tu voz interior. Todos tenemos una voz interior. Escucha a ver si la
tuya dice que eres un éxito o un fracaso. Escribe algo positivo acerca de ti
mismo. Cada vez que tu voz interior dice que eres un fracaso, lee lo que escribiste.
6. Muchas
veces las personas con baja autoestima no creen que merecen cuidados. Comienza
a cuidarte mejor. Aún cuando estés sola, cocina una buena comida, por ejemplo,
haz lo que te gusta.
7. Premia tus
logros. Siente orgullo por lo que haces y prémiate cuando haces algo bien.
8. Aprende de
tu pasado. Nota lo que has aprendido de tus errores. Aprende una lección de
cada uno de ellos.
9. Olvida la
palabra "fracaso", reemplázala por "contratiempo".
10. Aprende a
perdonarte. Perdona todos tus errores pasados y comienza una nueva vida en ese
momento.
11. Encuentra
a alguien a quien contarle tus problemas. Alguien que te escuchará sin tratar
de solucionarlos por ti. Eso ayudará a que tú encuentres las soluciones por ti
misma.
12. Pide a tus
amigos y familiares que digan una cosa que les gusta de ti. Sólo una cosa.
Anota lo que dicen. Esto te ayudará a verte a ti misma a través de los ojos de
los demás.
Para mejorar mi autoestima, es
importante tener claro que la que define mi autoestima debo ser yo. Los demás
no pueden decidir sobre mí, cuán importante puedo ser o cuán lejos puedo
llegar. Yo debo de trazar mis metas, mis proyectos e ideales y no debo
delimitarlos en base a lo que los demás crean, piensen o esperen de mí.
Debo tener una actitud positiva. Pensar en negativo solo llevará a que todo
se vea peor de lo que realmente es. En las malas situaciones, es preferible
tomarse unos minutos y buscarle el lado positivo a lo que ocurre antes que caer
en la desesperación y verlo todo negro.
Es importante evitar compararme obsesivamente con los demás. La autoestima
no debe estar definida por lo que yo haya logrado o vaya a lograr en
comparación con lo que han logrado los demás. Cada persona es única y por lo
tanto debo evitar las comparaciones constantes. Quizás otras personas hacen
algunas cosas mejor que yo, sin embargo yo también tengo mis virtudes y realizo
algunas actividades mejor que los demás.
Debo evitar el perfeccionismo. Nadie es perfecto. La autoestima nunca
mejorará si tiendo a ser muy exigente conmigo mismo ya que nunca estaré
conforme con lo que logre. Es muy común pensar que una autoestima elevada está
relacionada con la perfección, con ser bueno en todos los aspectos de la vida,
tener éxito y conseguir muchos logros. Ponerse metas está bien, pero deben ser
metas reales y alcanzables, solo de esa manera se logrará mejorar la
autoestima.
Evitar las generalizaciones. No por el hecho de que me haya salido mal un
examen debo pensar que no sirvo para estudiar. Si alguien no me quiere como me
gustaría que me quisiera, no debo pensar que nunca nadie me querrá. Es
importante evitar estas generalizaciones porque muchas veces lo único que hacen
es predisponernos negativamente. Si pretendo aumentar mi autoestima, es
importante aprender a ver cada situación como un hecho aislado y no pensar que
porque algo ha salido mal, todo debe salir mal.
Debo aceptarme como soy. Es importante recordar que nadie es perfecto y que
debo aceptarme y quererme como soy, incluido mis defectos. Eso no significa que
deba conformarme y no hacer nada si está a mi alcance mejorar mis defectos y
mejorar como persona. Pero tampoco se debe pretender ser perfecto y es bueno
saber aceptarse como se es, defectos incluidos.
Es complicado muchas veces sentir que vales para algo. Piensas que todo el mundo es mejor que tú. Te sale una cosa mal y ya piensas en que eres torpe o que eres estúpida en vez de pensar hoy no es un buen día. Siempre estamos pensando en lo que hacemos mal y muchas veces los demás te lo refuerzan. Cada día hay que ponerse metas pequeñas e ir cumpliéndolas a la vez que todas las noches pienses y te acuerdes de algo positivo que has hecho en el día por que seguro que hacemos miles aunque no las veamos y si las vemos no nos la queramos creer. Nadie dijo que fueran las cosas fáciles y por ello hay que luchar, aunque lo veas todo muy negro piensa en algo por lo que quieras vivir y busca algo motivador por que si tu lo quieres lo puedes conseguir.
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