UNICEF señala que aunque no se les ponga la mano encima, Pesenciar o escuchar situaciones violentas tiene efectos psicológicos negativos en los hijos.
Aunque no sean el objeto directo de las agresiones, padecen Violencia psicológica, que es una forma de maltrato infantil y que la Convención Internacional de los Derechos del Niño -ratificada por España- considera una forma de maltrato infantil y la recoge en el artículo 19 como "violencia mental".
Los niños no son víctimas sólo porque sean testigos de la violencia entre sus padres, sino porque "viven en la violencia". Son víctimas de la violencia psicológica, a veces también física, y que crecen creyendo que la violencia es una pauta de relación normal entre adultos (Save the Children).
Pero lo peor, al estar en fase de crecimiento y desarrollo madurativo, conforman su personalidad en función de la violencia y la toman como modelo, interiorizando los roles de maltratador o maltratada.
Interiorizan patrones de comportamiento violentos y no discriminan lo que es adecuado o está bien, de lo que es injustificable. En la mayoría de los casos la violencia se produce en etapas donde los niños maduran su desarrollo psicológico. Las agresiones de una figura primordial de referencia en su desarrollo, el padre, sobre el agente de socialización por excelencia, la madre. Los hijos de un maltratador crecen inmersos en el miedo. Ellos y ellas son candidatos al diagnóstico de toda la variedad de trastornos por estrés postraumáticos, depresiones por desesperanza o de posibles trastornos de personalidad. Todo ello sin un solo golpe, sin un maltrato “directo”.
El ejercicio de la Violencia Doméstica siempre afecta a los niños, siempre, bien como receptores, bien como testigos.
Me dirijo en este caso a las madres, que como víctimas, en ocasiones no pueden, y en otras no son conscientes de que sus hijos, aunque no sean directamente agredidos, sí lo están siendo de forma indirecta, sólo por el hecho de presenciar o vivir una situación de violencia en el ámbito familiar. Y los efectos de la violencia sobre los niños, de todas las edades, son terribles.
A groso modo las consecuencias para estos niños de la violencia familiar son gravísimas, tanto a corto, como a largo plazo. De hecho, los trastornos y problemas psicológicos y sociales que presentan estos niños son similares a los que presentan sus madres como víctimas de violencia de género. Es decir, los niños en esta situación, también están siendo agredidos.
Es un mito, dentro de la violencia contra la mujer, que la conducta violenta del agresor a la mujer no es un riesgo para los hijos. Sin embargo, muchísimos estudios prueban que los hijos, sean víctimas directas o indirectas, padecen enormes consecuencias negativas, tanto para su desarrollo físico como psicológico, tanto efectos a corto como a largo plazo, afectando a sus emociones, pensamientos, valores, comportamiento, rendimiento escolar y adaptación social. Manifiestan conductas externas: agresivas, antisociales, desafiantes... e internalizadas: inhibición, miedo, baja autoestima, ansiedad, depresión, síntomas somáticos...
Las alteraciones detectadas en los niños/as afectan a diferentes áreas: física, emocional, cognitiva, conductual y social (Wolak, 1998):
• Problemas físicos: retraso en el crecimiento, dificultad o problemas en el sueño y en la alimentación, regresiones,menos habilidades motoras , síntomas psicosomáticos ( ezcemas, asma...), inapetencia, anorexia.
• Problemas emocionales: ansiedad, ira , depresión, aislamiento, baja autoestima, estrés post-traumático,
• Problemas cognitivos: retraso en el lenguaje, retraso del desarrollo, retraso escolar (rendimiento).
• Problemas de conducta: agresión, crueldad con animales, rabietas, desinhibiciones, inmadurez, novillos, delincuencia, déficit de atención-hiperactividad, toxodependencias.
• Problemas sociales: escasas habilidades sociales, introspección o retraimiento, rechazo, falta de empatía/Agresividad/C.Desafiante.
EFECTOS DIRECTOS: daño psíquico, malos tratos, peligro físico, estrés post-traumático.Miedo, evasión, ansiedad, tristeza, depresión, agresividad, aislamiento,es decir, conductas evitativas. También conductas agresivas en la edad adulta, transmisión generacional de la violencia de género.
EFECTOS INDIRECTOS: educación deficitaria con inconsistencia, negligencia, disciplina severa, padres irritables. Estrés materno con no respuestas a demandas de sus hijos, miedo, depresión y/o ansiedad. Características paternas con padres irritables, menos cariñosos, más agresivos-menos empáticos.
Los FACTORES que determinan el alcance del impacto de la violencia en los niños son, básicamente:
- Edad y nivel de desarrollo
- Género
- Tipo, severidad y tiempo de exposición a la violencia
- Contexto familiar
- Tipo de intervención social
- Acumulación de otros factores estresantes
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